Existen esos días dentro del trabajo o en el hogar en los que simplemente no sientes motivación. El tiempo pasa muy lento y te resulta muy difícil despertar; incluso hay momentos en los que postergas todas tus actividades y te es demasiado difícil tener concentración.
Cuando existe esa falta de motivación puedes sentirte decepcionada, ya que no cumples al 100 con todo.
Los efectos de tener una desmotivación ya sea laboral o personal son demasiados. En ocasiones podrás sufrir dificultad para dormir, enfermedades o, incluso, notarás que tu humor no es el mejor. Tu salud mental está siendo atacada por el agotamiento emocional, la ansiedad y tu pésimo estado de ánimo.
Es importante que trates de no quedarte estancada en esta rutina. Con un poco de conciencia y encontrando ese factor que te desanima, podrás hallar la mejor solución para acabar con eso que está apagando tu energía y tu estabilidad emocional.
Checa estos factores, tal vez sean la causa exacta de tu bajo rendimiento.
1. Te encuentras atrapado en el famoso “estoy ocupada”
Hoy, estar ocupada es un símbolo de estatus, una señal de que eres una persona productiva. Sin embargo, estar las 24 horas del día disponible para asuntos de trabajo o para complacer siempre a tus seres queridos podría ser algo fatal para tu salud mental —incluso social.
Si consideras que estar todo el tiempo revisando el correo y estar en la oficina te ayudará a avanzar profesionalmente, ¡estás en un grave error! Estas acciones solo harán que tu cuerpo y tu mente se desgasten en exceso.
Lo mismo ocurre en el hogar, si te encuentras buscando todo el tiempo qué está mal, qué hace falta, qué necesitan los demás, será exactamente lo mismo. Presentarás un bajo desempeño y estarás mas cansada de lo normal.
Tip: si quieres liberarte del modo ocupado, aprende a priorizar y eliminar tareas que no sean urgentes. Invierte tu tiempo en las actividades que sean de suma importancia y al salir de la oficina, desconéctate de todo. Si estás en tu casa, ve el lado positivo, no te enganches con los pequeños defectos; disfruta y aprende a ver el lado positivo de las cosas.
2. Falta de retos laborales y personales
Estar en la zona de confort también es una gran razón para sentir desmotivación. Por un momento sentirás que todo está bien y que estás cómoda con lo que haces (trabajo, pareja, vida social). Sin embargo, a largo plazo, las actividades que haces se volverán aburridas y eso hará que te sientas estancada, cansada y desmotivada.
El truco para estar motivada y con energía es crear pequeños hábitos que ayuden con la productividad y te hagan sentir bien acerca de lo que estás logrando.
Platica con tu pareja, familia o amigos y organiza un viaje a tu lugar favorito, ponte nuevos retos o simplemente tómate unos días para consentirte.
3. Estás emocionalmente agotada
Si sientes que estás en modo sonámbulo durante el día, es probable que estés entre el 70% de las personas que se sienten emocionalmente desconectadas del mundo.
No subestimes tus necesidades sociales cuando trates de identificar lo que podría motivarte. Probablemente por la carga laboral no has tenido oportunidad de tomar tu vacaciones. Es momento de aplicar el paso 2; agarra tus maletas y dile adiós a la rutina.
De acuerdo con la pirámide de Maslow, el tercer aspecto más importante es nuestra salud mental, que viene después de las necesidades físicas y la seguridad. Sentirse aceptada, útil y motivada con nuestra vida es la principal razón de la felicidad.
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