Que un futbolista profesional deba mantener un estado físico excepcional es algo normal, pero además de eso, que deba poseer una inteligencia y aptitudes cognitivas extraordinarias es algo que poca gente conoce.
Comúnmente pensamos que la actividad deportiva está alejada del desarrollo intelectual, sin embargo, esto no es correcto… ¡Aquí te contamos por qué!
Un grupo de investigación del Instituto Karolinska de Estocolmo, Suecia, comparó el rendimiento intelectual de los futbolistas de equipos de primera división de la liga del país nórdico con jugadores de divisiones inferiores y con pobladores del lugar.
La investigación arrojó una diferencia notable entre los diferentes grupos, sobre todo en lo referente a las llamadas “funciones ejecutivas del cerebro“.
En el caso de un futbolista profesional que juega en la posición de delantero, cuanto mayor es su ‘olfato goleador’, mejores resultados son los que ofrece en tests psicológicos.
Este tipo de inteligencia engloba varias aptitudes cognitivas, entre ellas, la coordinación entre pensamiento y acción, la flexibilidad mental para corregir al instante una decisión según lo que hagan otros jugadores y la resolución creativa de problemas.
Los jugadores manejan mucha información y resuelven en un plazo de tiempo relativamente corto una situación compleja, por ejemplo, recibir un balón y disparar hacia donde se habían pensado.
Cabe resaltar que este tipo de “inteligencia resolutiva” no está ligada en exclusiva al deporte y también se puede encontrar en muchas otras personas.
Las funciones ejecutivas no tienen relación alguna con las aptitudes verbales, es por eso que incluso los “grandes genios” del deporte tartamudean al estar delante de las cámaras.
¿Te imaginabas cuál era el proceso cerebral de un futbolista profesional antes de que tome una decisión?
What do you think?