Si alguna vez escuchaste sobre el ladrido compulsivo en los perros y no tienes ni idea de lo que esto significa, no te preocupes, ¡aquí te explicamos en qué consiste y cómo puede ser tratado este comportamiento!
Según los especialistas, un perro con ladrido compulsivo es uno que no está bien a nivel psico-biológico, es decir, puede ser una mascota que tenga una lesión física o que simplemente esté aburrida y lo haga para distraerse.
Lo primero que debes hacer para comprobar lo que causa los ladridos extremos en tu mascota es revisar su zona bucal en busca de una lesión o dolor extraño y descartar el resto de posibilidades.
¿Qué hacer con las otras causas?
Si tenemos un perro aburrido la solución es bastante sencilla, ¡hay que jugar más con él! Si no disponemos de mucho tiempo, podemos optar por juegos de olfato; los ejercicios de nariz son perfectos para relajar y estimular la mente de nuestros canes.
Está comprobado que 5 minutos de ejercicio sin parar usando el olfato, les cansa más que 15 minutos corriendo alocadamente detrás de algún objeto. Es un ejercicio más natural, sano y con menos problemas de obsesión.
Estos ejercicios son también muy recomendables para canalizar el exceso de energía en perros destructivos, con estrés, ansiedad y miedos. En perros agresivos sirve también como terapia.
Estos son 3 ejemplos sencillos de juegos de nariz:
- Esparce comida: Si lo quieres hacer un poco más difícil, coloca el alimento a distintas alturas, para que haga un mayor esfuerzo al buscar.
- Esconde un juguete: Esta actividad no sólo lo entretendrá, sino que desarrollará su capacidad de concentración.
- Salto de obstáculos: Prepara un recorrido con cajas, sillas, mesas y diversos obstáculos para que el perro tenga que pasar entre ellos buscando la comida que hayas escondido.
Si tu perro, además del ladrido compulsivo, sufre de ansiedad o depresión, tendrá que ser un especialista quien determine el tratamiento a seguir.
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