¿Qué te detiene? El miedo. ¿Miedo a qué? Miedo al fracaso, a perder lo que tengo, a decepcionar a quien más amo. Miedo a caer y no saber levantarme, miedo a encontrarme con obstáculos más grandes que yo, miedo a perder el entusiasmo.
¿Qué harás ahora? Tomaré el miedo como fuerza y abriré camino con él por delante.
¿Cómo lo lograrás?
Esa respuesta solamente tú la tienes, todos y cada uno de nosotros tenemos diferentes maneras de responder al miedo, y sin duda todos podemos conquistarlo. Ya lo has hecho, solamente que has olvidado registrarlo como conquista. Aquí un recordatorio:
- Conquistaste el miedo la primera vez que soltaron tu mano y diste los pasos bajo tu propio balance. En tu primer día de kínder y también cuando te cambiaron de escuela.
- Conquistaste el miedo cuando bajaste la loma sin las llantas traseras de tu bicicleta. Cuando mataste el insecto que más pavor te provoca o cuando llegaste sola a una fiesta importante.
- Conquistaste el miedo cuando diste tu primer beso. El día que aceptaste un nuevo trabajo o cuando decidiste emprender tu negocio. Cuando diste vida a tu primer hijo, y a tu segundo o tercero, lo hiciste de nuevo con el miedo por delante.
¿Te das cuenta? Cuando se trata de miedo, eres una triunfadora. No permitas que te vuelva a inhabilitar, al contrario, tómalo como estandarte y avanza con él de la mano. Eventualmente desaparecerá y ahí estarás de nuevo sorprendiéndote de ti misma, de tus capacidades, de tu resiliencia, de tu creatividad y tu inquebrantable fuerza de voluntad.
¿Sientes que exagero y no ha sido para tanto tu conquista frente a la emoción más poderosa después del amor? Haz una lista de todas las cosas que por miedo has dejado de hacer, y haz otra lista donde incluyas todo lo que hiciste con el miedo por delante. Y así verás ¡cuánto lo has conquistado!
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