Feminismo o Misandria… Siempre me ha hecho ruido cuando alguien dice, casi casi con espanto e indignación, que odia el feminismo. Me pongo a pensar, si se trata de una mujer:
¿No te gusta tener opciones?
Porque a final de cuentas esos logros se los debemos a miles de personas, tanto hombres como mujeres, que han trabajado por la equidad de género desde el movimiento feminista.
El pasado 8 de marzo se realizó una marcha y un paro laboral de mujeres en más de 51 países, sintiéndose la fuerza tanto de las mujeres, como de los varones que se unieron a la causa. Nuevamente el enigma: Feminismo o Misandria.
29 poderosas fotografías que muestran cómo se vivió la marcha del 8 de marzo en CDMX https://t.co/sqELEo9Pbl
— luisa freyre (@musayo) March 10, 2017
Como suele suceder, hubo posturas extremas que consideran al hombre, a todos, como el enemigo, y desafortunadamente, en México se presentó una agresión hacia una de las asistentes, mientras que en otros países hubo represión policial y arrestos.
Para lograr los objetivos de la agenda en cuanto a equidad de género necesitamos cooperación, respeto y reconocimiento entre ambos géneros, o no llegaremos a un consenso en común.
Pero además, necesitamos entender que el feminismo, el auténtico, no el que viene desde la misandria (androfobia) o lo radical, no es malo; aunque coincido en que muchas personas lo utilizan para su propio beneficio, desprestigiando la labor de muchas generaciones e individuos.
Creo que una persona realmente feminista, entiende que:
- Para exigir derechos hay que respetar los de los demás. No mereces nada sólo por pertenecer a un género en particular, ni pasar por encima de nadie para probar tu punto o valía.
- La feminidad no está peleada con el feminismo.
- Trabajos y sueldos equitativos deben ir en función de los méritos y fortalezas, no del género u origen.
- Es importante prepararte para independizarte, pero lo óptimo es repartirse las responsabilidades y gastos entre los dos, incluyendo labores domésticas y educación de los hijos.
- Lo justo sería que tanto hombres como mujeres tengan acceso a licencia laboral por paternidad y maternidad.
- Está bien expresar cómo te sientes, seas hombre o mujer. Reprimirte sólo provoca ansiedad y una salida normalmente violenta.
- Tienes derecho a que tu cuerpo sea respetado, y la obligación de respetar el de los demás.
- Todos tenemos derecho a vivir sin miedo.
Y no sé si esto sea feminista o no, pero creo que la respuesta no está ni en el patriarcado ni en el matriarcado, sino en un sistema que permita derechos, decisiones y responsabilidades de manera equitativa.
¡Ya sé que suena utópico! Y que hay muchas personas que se llaman “feministas” y no creen en nada de esto, generando más odio, resentimiento y segregación de ambas partes.
Pero muchos cambios logrados iniciaron como una idea utópica, ¿no lo crees? Te lo dice La Moccata.
Para ti, feminismo o misandria. ¿Cómo es una persona auténticamente feminista, sin misandria, sin extremos?
Puedes leer las reflexiones completas de La Moccata en su blog personal “El tornillo suelto de La Moccata“
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