Los prejuicios que puede tener el entrevistador en las citas de trabajo han sido de gran discusión cuando se trata de conseguir un empleo. Esto es el caso cuando influye la apariencia física del entrevistado.
Numerosos estudios muestran que este tema sí cuenta y mucho.
Muchos pensamos que en el ámbito profesional, se debería valorar mucho más a la persona según su experiencia e intelecto, pero los estudios aseguran que el 86.1% se fijan en qué tan atractivo resulta el entrevistado.
En su gran mayoría, esto es un factor no sólo físico, sino psicológico, ya que una persona atractiva puede detonar mayor seguridad y confianza en sí misma. Lo cual no necesariamente es así.
Las mujeres (90,9%) se fijan más en aspectos físicos que los hombres (81,3%) a la hora de la realización de una entrevista, por lo que muchas veces sí existe discriminación dentro de las compañías… haciendo que esto pueda ser un factor determinante a la hora tomar una decisión de contratación.
Es importante destacar que en muchas de las entrevistas dejan a un lado la calificación de valores, personalidad y habilidades necesarias para desempeñar el puesto solicitado. O bien, puede suceder al revés, que por ser una persona demasiado atractiva, el entrevistador tenga un prejuicio pensando que quizá la persona se ocupa demasiado en su físico y deja a un lado las habilidades intelectuales.
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