A veces, el mundo parece un lugar aterrador, nuestro consuelo es llegar a casa y abrazar a nuestra mascota y sentir que todo está bien. Pero a una familia de Wisconsin, EE.UU, les pasó todo lo contrario; fueron secuestrados, en su casa y por su gato. Sí, leíste bien, ¡por el GATO!
La historia comienza cuando el bebé de 7 meses, jala la cola al felino, el cual (como era de esperarse) enloqueció y le rasguñó la cara al infante. El padre trató de reprender al peludo y como respuesta, también fue atacado. La pareja tomó al bebé en brazos y se encerraron en un cuarto, a la espera de que el animal se calmará.
Pero después de un rato, la mascota los esperaba afuera de la habitación gruñendo y maullando. La familia preocupada porque les pudiera hacer daño, terminó por llamar al 911 para pedir ayuda.
“Va a sonar algo extraño, pero tenemos un gato y se ha vuelto loco, atacó a mi esposo y al parecer nos hemos convertido en sus rehenes dentro de nuestra casa” dijo la señora Palmer, a los policías.
Los oficiales arribaron a la casa en donde ocurría tan tremendo crimen, sometieron al gato y lo sedaron. Pese a todo, la familia dice que no se va a deshacer del felino y que lo llevarán a terapia psicológica para ayudarlo con sus problemas de ira.
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