Cerramos el onceavo mes de este 2017 y aunado a la alegría, las compras y emociones que para muchos representa la Navidad, llega también la nostalgia de asimilar que estamos entrando en la recta final y una vez más el tiempo parece terminarse.
¿Tiempo para qué?
Para cumplir tus metas, para adelgazar unos cuantos kilos o dejar de fumar, para encontrar pareja, un mejor trabajo o para hacer el viaje que tanto deseas. Tiempo sobra, lo que a veces falta es determinación, enfoque y apreciar ese valioso regalo que se esfuma en cada segundo.
Por ello, te invito a que pongas de lado todas las cosas que el tiempo pareció no dejarte cumplir en este año e inviertas los siguientes 31 días en lo más hermoso que puedes hacer con él: disfrutarlo.
Disfruta cada bocado que pongas en tu boca (aunque incluya calorías de más), disfruta la compañía y la conversación con las personas que más amas. Disfruta todo lo que tus ojos inmortalicen en tu memoria, las sonrisas, los momentos, los rostros que se iluminan al verte entrar por la puerta de casa.
Ese regalo lo tienes contigo siempre, y depende de ti que tu recta final sea una bella y bendecida preparación para emprender un nuevo ciclo, sin correr ni apresurarse, simplemente gozando cada paso en este último transitar del año que se va.
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