De acuerdo con el crítico gastronómico Jay Rayner, cuando vamos a un restaurante, deberíamos pedir la botella de vino más barata, pero ¿por qué?
Todo en protesta de las complejas y costosas cartas de vinos. El crítico sugirió esta medida para combatir la superioridad intelectual de los conocedores de vinos.
Incluso aseguró que los vinos caros, sólo deberían comprarse en las tiendas y disfrutarse en casa.
Camareros que no conocen la carta de vinos
Según Rayner, “las cartas de vinos están plagadas de problemas, pero sobre todo debido a las opiniones de los conocedores del vino”.
Eso fue lo que dijo a los comensales que cenaban en el restaurante City Social (Londres), cuando descubrió que un camarero no sabía ciertos detalles sobre algunos vinos del establecimiento porque la lista era “estratosférica”.
“Le pregunté al camarero si podía encontrarme una botella de Pinot Noir por menos de 50 libras (60 dólares)”, dijo el crítico.
“Me miró como si fuera una especie de escoria y dijo que no podía, así que luego lo llamé y le dije que había uno por 49 libras (59 dólares), ni siquiera conoces la lista de vinos del restaurante donde trabajas”.
Vinos que se cobran cuatro veces más caros
Una botella de Chablis cuyo costo es de 8 libras (9 dólares), y que en los restaurantes se vende a 37 libras (44 dólares).
Por otro lado, los dueños de restaurantes aseguran que tienen que cobrar sobreprecios en los vinos si quieren sacar alguna ganancia, pues los márgenes que ganan en la comida son muy pequeños.
Con los altos precios, se deben cubrir los costos de la vajilla, el local, la mantelería, la limpieza, el mantenimiento del local y puestos extras.
¿Tú qué piensas? ¿Eres de los que piden la botella de vino más cara o la más barata? ¡Comenta!
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