Los colibríes son aves increíbles que por donde quiera que pasan atraen la atención; vuelan verdaderamente rápido… pero alguna vez te preguntaste ¿cómo es que pueden sobrevivir al frío invernal? ¡Aquí te contamos!
Debido a que son las aves más pequeñas de la Tierra, los colibríes parecen muy frágiles, sin embargo resulta que son verdaderamente resistentes.
En clima frío, los cuerpos de los colibríes entran en un modo de conservación de energía llamada torpor.
En este estado, los pajaritos que permanecen en el norte durante el invierno experimentan una “mini-hibernación” cada noche.
Es así que sus temperaturas corporales se desploman de 41 grados centígrados… ¡a sólo 9!
La frecuencia cardiaca también disminuye durante el torpor… Por ejemplo: la del colibrí garganta azul cae de 1,260 latidos por minuto… ¡hasta 50!
Otra cosa importante que les permite sobrevivir es que no dejan de comer, incluso cuando las temperaturas son extremadamente heladas.
De igual manera, para preservarse, en invierno emigran a zonas más templadas para protegerse del frío.
Estos pajaritos se distinguen de todas las demás aves por la eficacia de su vuelo, pues pueden invertir sus alas y producir elevación con los movimientos ascendentes y descendentes, como hacen los insectos.
Un especialista en ecología forestal de la Universidad Estatal de Oregón, EE.UU., asegura que prácticamente el 30% de su masa corporal se compone de músculos pectorales.
Y como transportan el polen desde muy lejos, ayudan a que las plantas que polinizan tengan mayor diversidad genética.
¿Qué otro dato curioso sabes sobre los Colibríes? ¡Cuéntanos!
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