La segunda temporada de Stranger Things pisa fuerte. Sus fieles seguidores siguen enganchados a Hawkins, la ciudad donde se desarrolla la trama de esta serie marcada con el sello de los años 80.
Música, películas, indumentaria, máquinas recreativas, adictivos comecocos… la cultura pop de la época se respira por cada poro en Stranger Things. Esa atmósfera ha enganchado a los suscriptores de Netflix, que siguen con expectación las aventuras de sus jóvenes protagonistas.
Creada por los gemelos Ross y Matt Duffer, Stranger Things está llena de guiños a la fantasía y ciencia ficción de los 80. La producción marca el regreso de la actriz Winona Ryder y el lanzamiento de la joven promesa Millie Bobby Brown, en su papel de Eleven. «En la vida real soy mucho más alegre que Eleven. Cuando interpreto al personaje necesito unos minutos para meterme en su zona personal» nos dice Millie.
La serie es, en realidad, una carta de amor cargada de nostalgia por un tiempo pasado, pero también una extravagancia que alimenta la imaginación con sus monstruos. «Queremos convertir cada temporada en una gran celebración cinematográfica, como si viéramos una película larga. En la segunda temporada exploramos la mitología de una manera más profunda» explica Matt Duffer.
Los niños protagonistas, estrellas internacionales de la noche a la mañana son Finn Wolfhard, Caleb McLaughlin, Gaten Matarazzo, Noah Schnapp, Sadie Sink (que se acaba de unir al grupo) y el citado Millie Bobby Brown. Todos aseguran que disfrutan de su nuevo estatus sin perder la amistad que les une.
«Lo más divertido fue conocer cómo se vivía en los 80. Es fascinante. Los walkie-talkie eran enormes, las bicicletas pesadas y, para usar una grabadora, ¡tuvieron que explicarme cómo utilizar un casete!», dice riéndose Gaten Matarazzo, que da vida a Dustin. Millie Bobby Brown secunda a su compañero.
«Para mí, la sorpresa de revivir los ochenta es la libertad y la ingenuidad de la época. Los niños podían ir solos a la tienda en bicicleta a comprar». Y para Caleb McLaughlin, que encarna a Lucas, lo más sorprendente fue el vestuario. «Los pantalones de paracaidistas son los peores, durante la grabación hacía calor y yo sudaba terriblemente dentro de esos pantalones, eran una pieza de época» revela provocando la risa de sus amigos.
En general, los actores interpretan a adolescentes de los 80 y el aprecio de estos chavales por la cultura y la moda de entonces ha crecido tras su paso por el rodaje. «Es el poder de la nostalgia, me gustan muchos temas de Prince y de Whitney Houston, de hecho, me he creado una lista con sus canciones que llevo en mi iPod», admite Brown, aunque para Matarazzo son los videojuegos retro los que realmente llamaron su atención. «Creo que mi padre estaba más ilusionado que yo con la idea de jugar de nuevo con los viejos juegos que me dieron para prepararme».
Temporada más oscura
Sin duda, los nuevos episodios de Stranger Things (un total de nueve capítulos) son mucho más complejos, oscuros y emotivos. Además, Netflix y la compañía Bonus XP han lanzado un divertido videojuego gratuito para dispositivos móviles con los personajes de la serie
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