Cuando tenemos frío, lo que más nos seduce es quedarnos calientitos en casa, cerca de la estufa, la chimenea o un calentador y… ¡comer!
Por naturaleza o instinto -igual que los animales- cuando tenemos frío, aumentamos nuestro consumo de alimento para almacenar grasas que nos protejan del impacto de las bajas temperaturas en nuestro cuerpo.
Por ello, para evitar que este invierno contribuya en un aumento de peso, aquí te dejamos 7 ideas que te permitirán mantener una alimentación saludable, aunque tengas frío.
Come frutos de estación
Con su natural sabor y textura, las frutas y verduras pueden ser consumidas frescas, lo que nos permite aprovechar mejor sus nutrientes.
Algunos de estos productos son los plátanos, la mandarina, la manzana, la naranja, el limón, la toronja; así como el ajo, el apio, la batata, la coliflor y la zanahoria.
Azúcar sólo para momentos especiales
Modera el consumo de los productos con elevada cantidad de azúcar. Todas esas golosinas, chocolates, galletas, dulces y gaseosas entre otros, resérvalos sólo para ocasiones especiales.
Hidrátate
El agua es la mejor opción y no importa si es verano o invierno. Lo óptimo es que te hidrates con agua natural todos los días, todo el año. El beber agua simple se puede complementar con algunos alimentos que llevan líquido, como el caldo de verduras o pollo, infusiones y otros platillos.
No sólo uses sal
De hecho, intenta limitarla. Sin embargo, para darle un buen sabor a tus platillos, prueba nuevos sabores como la pimienta, orégano, laurel, romero, albahaca, jengibre o perejil, entre muchos otros.
Muévete más
Si realizas 30 minutos de actividad física por día, y además tienes una alimentación más balanceada y ligera, podrás cuidar tu salud, prevenir enfermedades y claro… ¡hasta bajar de peso!
Modera las grasas
Reemplaza las grasas saturadas por las insaturadas que poseen un efecto muy benéfico para nuestro organismo -especialmente la sangre y corazón. Estas grasas, las encuentras en aceites vegetales, semillas, nueces diversas, aguacate y frutos secos.
Lávate seguido las manos
Una medida sencilla para evitar el contagio de gripes o resfríos es el correcto y frecuente lavado de manos, antes de comer, al llegar a casa o a algún lugar, después de ir al baño, después de asistir a algún evento, etc.
Con esto, ya tienes algunas ideas para que cuides mejor tu salud y fortalezcas tu sistema inmunológico.
¿Listo para un frío… lleno de salud?
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