El ser humano, en la actualidad vive en estrés constante. Ya sea por trabajo, relaciones interpersonales o conflictos internos, estamos en continuo estado de alerta -y más aquellos que somos adictos al estrés-. Y claro, como uno de los tantos resultados negativos de este estilo de vida, es el subir de peso.
Cuando el cuerpo se encuentra bajo los efectos del estrés, el cerebro libera hormonas, tal es el caso de la adrenalina y el cortisol; ambas hormonas nos brindan de un ataque de energía y todo lo necesario para huir -recordemos que el estrés es una reacción al peligro-. Esta liberación es tan potente, que el cuerpo buscará reponer lo liberado y lo normal será que nos de hambre.
La lectura es la mejor medicina contra el estrés https://t.co/wSPYpUAZqy
— ¿QuéLeer? (@QueLeer) 22 de agosto de 2016
Pero hambre no de ensalada o atún, hambre de productos grasos, harinas, dulces, etc. Nuestro cuerpo -tristemente- nos motiva a engordar.
Así que para evitarlo, aquí te dejo 3 tips que te ayudarán a no subir esos kilitos extra gracias al estrés en que andas inmerso.
- Muévete. En cuanto comiences a sentirte estresado, levántate y camina, corre, salta, lo que sea. Que el cerebro capte que estás alejándote del peligro.
- Deja el café. Lo sé, lo sé. Yo también pienso que es una tortura, pero el café aumentará tus niveles de cortisol, cierto, te mantendrás alerta pero ¿a qué costo?
- Duerme. Las ventajas de las siestas y el buen sueño son impresionantes; la reducción de horas de sueño es una señal al cerebro de que algo anda mal y ¿qué hace este? Nos manda más cortisol y adrenalina.
Toma tus precauciones, vivir bajo estrés no es nada saludable para ti ni para tus seres queridos o allegados. Sí, necesitamos trabajar y seguir una rutina pero ¿de qué te servirá matarte hoy por dinero que ocuparás mañana para mejorar tu salud? Piénsalo.
What do you think?