¡Me encanta vivir en primavera! Hablo por mí, porque sé que para muchos ha representado época de alergias o mucho calor. De la primavera amo sus colores, aromas, sus días soleados, su vibra, sin embargo, también amo el otoño que se fue y las hojas que ahora son barridas por el viento.
¿Eres hoja de otoño o flor de primavera?
Posiblemente tu personalidad y actitud frente a las diferentes etapas de la vida, te hagan saberte una flor de primavera; y seguramente en algunos momentos, fuiste una hoja de otoño por muchos meses o quizá años.
Pero ¿sabes algo? se vale, se vale ser de todos colores, se vale ser sol, ser lluvia, viento o neblina, se vale vivir tus inviernos sin frío y con mucho sol, y tus veranos con densas nubes y tempestades. Se vale disfrutar cada estación con las características que implica, o se vale personalizarla de acuerdo con tu estado mental y emocional de ese momento.
Es cansado pretender vivir de una manera en la que no te sientes, mantener un estado de ánimo sustentado desde la falsedad o la obligación, que puede ser desgastante. Pero también piensa, no es justo para ti estacionarte en un eterno invierno o dejarte envolver por un otoño permanente.
¿Cómo podemos enfrentar o abrazar las diferentes estaciones?
- Conócete. Aprende a reconocer cómo te sientes y qué te está provocando ese estado emocional o mental.
- Rodéate de gente en quien confíes. Personas con quienes sabes que puedes ser tú mismo y que no cuestionarán tus cambios de ánimo. Solo te apoyarán.
- Coopera. Es peligroso no aprender a lidiar con nuestras emociones. En ocasiones, el salir de ciertos estados de ánimo o emocionales, requerirá de un esfuerzo superior. Sin embargo, debes encontrar tu fuente interna de motivación en diferentes dosis.
- Acéptate. No somos perfectos, nadie lo es. Todos tenemos diferentes caminos que transitar, y fuimos equipados con diferentes talentos, aptitudes y dones.
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