A muchos nos encanta leer, y ahora -gracias a la tecnología- hay una infinidad de opciones electrónicas. Sin embargo, la sensación de abrir un libro no se compara con nada… y si éste es viejo, mucho más, pues huelen ¡tan bien!
En estos tiempos, nos hemos acostumbrado a leer en la computadora, celulares, Ipad y demás aparatos tecnológicos, pero el sentir el “perfume” de un libro antiguo o pasar sus hojas es algo sencillamente maravilloso, que no puedes perderte de experimentar.
¿A qué huelen los libros viejos? Un estudio dice que a vainilla y a hierba. https://t.co/5SflC9RhhZ
vía @Libropatas pic.twitter.com/oudi1OO3Ca— Isobel Ross (@isobelrss) 22 de febrero de 2017
Cuando abrimos un libro viejo lo primero que resalta a nuestros sentidos es ese característico y para muchos, agradable “perfume”, pero alguna vez te has preguntado ¿de dónde proviene este aroma?
Aunque resulte extraño, se debe a que los compuestos químicos utilizados -el pegamento, el papel, la tinta- comienzan a descomponerse.
En concreto, el papel (que contiene lignina o el polímero más abundante en el mundo vegetal) es lo que lo hace oler de tal modo.
Y aquí es en donde la nariz del buen lector se vuelve fina, ya que tras la humedad y varios toques de hierba, aparece la lignina, que es algo así como, “prima hermana” de la vainilla… de ahí que a muchos nos resulta tan agradable.
Cuéntanos si ya sabías por qué los libros viejos huelen así. ¿Te gusta ese olor tanto como a mi, o prefieres leer en algún aparato tecnológico?
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