¿Cuántas veces hemos escuchado decir la expresión “ni que fueras de sangre azul”? Seguramente muchas, y lo decimos cuando en realidad queremos decir “ni que fueras una reina”. Pero, ¿alguna vez te preguntaste de dónde viene esta frase?
El término nació en España en el siglo IX, donde la realeza se tenía que mantener alejada del sol, por tal motivo, se encontraban pálidos y las venas se transparentaban a través de la piel. No realizaban los trabajos físicos, mientras que los campesinos eran quienes tenían la piel más oscura.
Fue la clase aristocrática de la época, quienes determinaron esta costumbre, siendo los más privilegiados los que no estaban expuestos al sol.
Cuanto más blanco, fino y delicado era el cutis, mucho más atractivo se consideraba.
Ahora ya lo sabes. Si conoces algún otro dato referente al término “sangre azul”… ¡coméntalo con nosotros!
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