Los padres suelen preocuparse cuando su niño es tímido y actúan tratando de que el niño supere la timidez.
Pero, algunas acciones pueden provocar el efecto contrario y llevar al pequeño a retraerse más que antes. Así cuenta la psicóloga Maritchu Seitún.
Los niños tímidos suelen ser muy sensibles y sentirse inseguros de sí mismos, tienen miedo de fracasar, de pasar por tontos, de ser criticados, o de no ser tomados en cuenta.
Profundamente, desearían ser centro, mostrar sus habilidades o decir cosas interesantes, pero no confían en su capacidad de lograrlo, y renuncian a intentarlo.
El círculo vicioso de un niño tímido
- Necesitan ser vistos, reconocidos y bien mirados para re-asegurarse
- Temen no lograrlo, por lo que eligen pasar lo más desapercibidos posible
- Efectivamente no son vistos
- Quedan igual o más inseguros que antes… lo que los lleva a seguir intentando pasar desapercibidos
La tarea de padres es comprenderlos sin enojarse, acompañarlos sin apurarlos o forzarlos. Tomarlos de la mano y abrazarlos en ciertas situaciones, hace que enfrente y venza su timidez.
Cuando fuerzan a los hijos más allá de sus posibilidades, eso los hace más inseguros, ya que piensan que si los padres dicen que pueden, ellos también pensarán que pueden.
Se ha visto que algunos padres favorecen la timidez sin darse cuenta, ya que los sobre protegen por verlos muy sensibles, o con el ejemplo de la timidez de sus padres.
Debe de haber confianza de que van a superar eso, se debe saber esperarlos hasta que lo logren, aunque sean meses.
Acompañénlos al parque, o a la casa de sus amigos, inviten a sus amigos, sean modelo y ejemplo de cuando hablan con otra gente.
Los padres deben contar a los hijos historias de su misma timidez infantil y de cómo lo superaron. Les encanta y los ayuda a tener esperanza de resolverlo.
Sigue estos consejos y verás como el pequeño pierde poco a poco la timidez.
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