El uso del brasier es una de las cosas que sin duda alguna, es parte de nuestra vida diaria, y por muchos motivos es una de las prendas -que para la mayoría de las mujeres- es una de las más usadas e importantes que no pueden faltar en nuestro armario…
Pero más allá de todo eso, aquí te decimos algunas de las verdades que a muchas nos pasa y que probablemente tú también te identifiques, al menos con alguna de ellas.
- Tenemos el cómodo, el que no nos queremos quitar
- Tenemos el incómodo que usamos sólo cuando es necesario
- No hay nada mejor que darte un masaje sobre las marcas que te dejó el brasier apretado
- Pensar que nadie te ve meter la mano a la blusa para acomodarlo
- Usar el mismo brasier por 2-3 días seguidos y pensar: ¡Pues si no está sucio!
- La habilidad de sacarlo y cambiarlo sin que nadie lo note
- Guardar tus tarjetas, dinero, y hasta un lipstick
¿Te suena familiar? ¡Coméntanos cuál nos faltó!
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