Podríamos pensar que el comprar verduras frescas sería mucho mejor que comprar congeladas, pero no siempre es de esta manera, y aquí te explicamos por qué.
La gran mayoría de los alimentos que consumimos tiene algún tipo de procesamiento previo, ya sea mínimo como el lavado o la pasteurización; o uno mayor como el agregado de conservadores.
Por ello una especialista en nutrición del Centro del doctor Máximo Ravenna, asegura que es distinto el proceso de congelación industrial al de la congelación casera, ya que el tamaño de los cristales de hielo formado no es el mismo.
Afirma que el congelamiento de alimentos de manera industrial es un proceso en el que los cristales de agua formados son tan pequeños que impiden la pérdida de nutrientes del alimento.
Los resultados de los estudios que realizó con diferentes verduras revelaron que la retención de nutrientes depende de cada alimento, pero que la mayoría de éstos ¡no muestra diferencias significativas entre los frescos y los congelados!
También se descubrió que el contenido de vitaminas de los productos congelados es comparable y ocasionalmente superior al de los frescos… ¿lo sabías?
Los productos al ser congelados son recolectados justo en el momento óptimo, en el que apenas han perdido su valor nutritivo; el tiempo que transcurre desde la recolección hasta que se congela es muy corto.
Por otro lado, las verduras frescas, una vez que son cosechadas van a al mercado en donde suelen ser refrigeradas; es por ello que algunos alimentos congelados contienen más nutrientes y vitaminas que los frescos.
Y sobre todas las cosas, recuerda que siempre es mejor comer frutas y verduras (como sea), que cualquier comida chatarra o dieta no balanceada.
¿Te imaginabas que las verduras congeladas muchas veces tuvieran más nutrientes que las frescas?
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