Muchas personas viajan con su almohada, aunque los días que vayan a permanecer fuera de casa sean pocos.
Eso lo comprendemos y recomendamos, sobre todo si esas personas son deportistas o tienen problemas de cuello y espalda.
La comodidad postural durante el descanso es vital para la salud en general y para evitar contracturas, pinzamientos y dolores.
No es que exista una almohada ideal, perfecta, sino que debemos buscar la que mejor nos venga a cada uno según diversos factores que explicaremos.
No se trata sólo de estar cómodos, sino que la textura y composición no nos perjudique.
Presta atención a la composición tanto de la funda como del relleno; y más si tienes alergias al polvo del hogar, mascotas en casa o intolerancia a algún tipo de polen.
Elegir la almohada correcta tiene un gran impacto en la calidad del sueño, bienestar y salud http://t.co/5seOz9dII9 pic.twitter.com/qaWoXXNjZU
— Ortopedia BCN (@ortopediaBCN) 29 de mayo de 2015
Las horas que pasamos respirando sobre ellas ¡son muchas!… así que pregunta por los distintos tipos de productos en las tiendas. Te recomendamos que inviertas el gasto en ella y elijas materiales naturales.
El algodón natural siempre será mejor, es más fácil de lavar y también más sano para la piel, especialmente el rostro.
Atentos al relleno y la funda… los materiales serán mejor de plumón o de pelo de caballo.
En cuanto a la forma, existen 2 aspectos: el grosor y la altura.
Según la postura que adoptes al dormir, cumplirán o no su función de recoger tus cervicales de una manera anatómicamente correcta.
Si duermes boca arriba, la almohada debe ser fina, si duermes de lado, lo más importante es el volumen del relleno, y para sujetarte, la zona cervical.
Si duermes boca abajo, quita la almohada de la cabeza y ponla bajo tu tórax y abdomen para evitar el dolor de espalda.
Cuéntanos… ¡como eliges dormir!
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