Carne a la parrilla… es lo que muchas familias disfrutan en una tarde de verano. Ideal para reunirte con tus seres queridos y saborear una deliciosa carne a la parrilla. Sin embargo, esta popular tradición también puede representar algunos riesgos para la salud de quienes la consumen… ¡Aquí te contamos por qué!
Evidencias científicas recientes demuestran que los alimentos cocinados a altas temperaturas o expuestos directamente a las llamas, están indudablemente propensos a adquirir componentes cancerígenos.
Los expertos también aseguran que -más allá de lo que indiquen estos hallazgos- no es necesario que las personas renuncien por completo a la carne o a sus parrilladas, porque hay alimentos -como las verduras cocinadas en la parrilla- que no generan los mismos riesgos.
Un grupo de bioquímicos toxicólogos de la Universidad de Minnesota en Minneapolis, señala que las personas no deberían espantarse por todo lo que leen en Internet sobre los asados, siempre y cuando no ingieran tan a menuto este tipo de alimentos.
También se recomienda que combinemos la carne con vegetales en las parrilladas, ya que existen personas con una dieta basada en el consumo de grandes cantidades de carnes rojas y procesadas, que contienen los riesgos más altos de desarrollar ciertos tipos de cáncer y graves problemas del corazón.
Según un análisis de la Organización Mundial de la Salud en el 2015, una porción diaria de carnes procesadas del tamaño de una salchicha, ¡puede aumentar hasta en un 18% nuestro riesgo de desarrollar algún cáncer a lo largo de la vida!
¿Tú, cuánta carne a la parrilla consumes? ¿Crees que deberías cambiar o moderar tus hábitos alimenticios? ¡Cuéntanos en los comentarios!
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