Primero deberíamos saber qué es ser un optimista inteligente… ¿tienes idea?
Imagina la siguiente situación:
Tienes que hacer un viaje a 500 km (300 millas), y a mitad de el viaje debes parar a comer.
Primera opción
Crees que hay un restaurante, sientes algo dentro de ti que dice que hay uno.
Oprimismo inteligente… https://t.co/5VgqOmtIDn vía @youtube
— Karina Mejías (@kem3012) 30 de octubre de 2015
Sigues conduciendo pero… ¡no hay ninguno!
Si estás en este grupo eres un optimista pero “necio”.
Segunda opción
Estás seguro que no hay ningún restaurante.
Conduces y efectivamente no hay restaurante… esto claramente no sería alguien optimista.
Simplificándolo, es alguien negativo y necio, pero con razón.
¡Y sí! tiene toda la razón pero… se ha quedado sin comer.
Tercera opción
En esta alternativa la persona dice que no hay restaurante y siente que lo sabe.
Continúa el recorrido pero encuentra uno y para a comer, el asunto es ¿cómo le caerá la comida?
¡Pues mal!… pues se ha quejado todo el viaje. Es un negativo sin razón que -encima- no disfrutó su comida.
Entonces, ¿qué sería un optimista inteligente?
Alguien que en ese mismo viaje piensa en positivo, siente y está seguro que existe ese restaurante, pero si no lo encuentra -sólo por si acaso- se lleva algo para comer.
Es decir si hay lo disfruta y si no, tiene su “lunch”, porque planificó y pensó en otros escenarios posibles, tanto el positivo como el negativo.
En conclusión el “optimista inteligente”, es aquel que planifica para el sí y para el no.
Y tú, ¿cuál de ellos eres?
What do you think?