Si perteneces al grupo de personas que prefiere esperar un poco más para ir al baño, atención, ¡mejor no te aguantes las ganas de ir a orinar! ¡Aquí te compartimos algunas de las razones!
Al aguantarnos las ganas, acumulamos demasiado tiempo las toxinas que están destinadas a salir de nuestro cuerpo y esto puede llevar a infecciones para nada deseadas:
Infección de orina
Por retener tanto tiempo la orina, es común que contraigamos alguna infección bacteriana, el motivo es muy sencillo, la orina tiene gérmenes y si están posados más tiempo del debido pueden desembocar en una infección.
Formación de piedras en los riñones
Las milimétricas piedras que se forman normalmente en nuestros riñones se suelen evacuar por la orina, siempre y cuando sea algo menor, pero si se acumulan, será más complicado que salgan de nuestro cuerpo.
Cistitis
Las paredes de la vejiga se inflaman al aguantarnos las ganas de orinar, al tiempo que se forma un problema conocido como cistitis, que se puede reconocer por un dolor pélvico que da al orinar.
Ensanche de la vejiga
La vejiga tiene una capacidad bastante limitada, por eso cuando la vejiga está llena, hay unos receptores en el cerebro que se encargan de indicarnos que hay que ir al baño y el propio cerebro provoca ganas de orinar.
Ahora ya lo sabes, no te vuelvas a aguantar las ganas de orinar o muy posiblemente tu cuerpo terminará resintiéndolo.
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