Recibir tu primer sueldo es un momento muy emocionante. Seguramente llevas mucho tiempo pensando en qué lo gastarás y eso está bien, te ha costado ganarlo y debes disfrutarlo. Pero antes de despilfarrar, detente 5 minutos a pensar si valdrá la pena gastarlo en lo que tenías pensando.
Nunca está de más tener un par de opciones para aprender a hacer que el dinero rinda y sea destinado a objetivos importantes. Por eso, hoy te damos 5 tips que seguro te servirán.
1. Lleva una bitácora
Tener un registro de tus pagos y compras te ayudará a identificar los gastos hormiga que tienes mes con mes, lo que te facilitará eliminarlos. Recuerda que el dinero debe durarte al menos 15 días (en caso de que cobres por quincena; si cobras de forma mensual, entonces ¡debes extenderlo para todo el mes!).
Lo ideal es que administres tu sueldo para cubrir tus gastos básicos (comida, transporte y gastos del hogar, principalmente) y que sobre un poco para destinarlo a gastos personales. Si no es así, ajusta tus finanzas personales para lograr tus objetivos.
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2. Invierte en tu imagen profesional
No es comprar ropa de forma impulsiva, sino invertir en prendas que tal vez sean un poco más costosas pero que podrás aprovechar por mucho tiempo: un par de buenos blazers, algunos pares de tacones lindos y cómodos, bolsos más prácticos y duraderos.
Plantéate cómo te gustaría ser percibida en el mundo laboral y empieza a construir tu marca personal desde tu imagen.
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3. Continúa preparándote
Una de las mejores inversiones que puedes hacer es continuar tu preparación. Esta opción incluye desde terminar tu licenciatura trunca, empezar una desde cero o estudiar una maestría, hasta hacer un par de cursos en línea que te tomen solo un día.
4. Haz un plan de ahorro o inversión
Tal vez no es la idea más atractiva para ocupar tu primer sueldo, pero es la más útil. Fomentarte el hábito del ahorro desde el inicio de tu carrera te ayudará a alcanzar más fácilmente todas tus metas financieras en un futuro: comprar tu primer auto, tu departamento, viajar…
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5. Invierte en tu salud
Probablemente no verás un beneficio muy claro al principio, pero con el paso del tiempo notarás la diferencia. Invierte en un seguro de gastos médicos mayores, en citas periódicas con el médico para realizarte chequeos y ¡en una inscripción al gimnasio! Así no solo evitarás padecimientos graves, sino que también estarás invirtiendo en los mejores activos: tu cuerpo y tu bienestar.
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